La autoestima:
La autoestima es un sentimiento de valoración y aceptación
de la propia manera de ser que se desarrolla desde la más tierna infancia, a
partir de las experiencias del niño y de si interacción con los demás (Climet,
1990)
Uno de los principales factores que nos diferencia a
nosotros los seres humanos de los animales, es la capacidad que tenemos de
pensar y definir quiénes somos, y luego decidir si eso que somos nos gusta o
no.
Rechazarse a sí mismo o partes de uno mismo produce un enorme
dolor que nos daña emocionalmente. Sin embargo la forma en que uno se percibe y
se valora a si mismo puede cambiar, curándose así las antiguas heridas causadas
por el auto rechazo. Aunque hay que reconocer que este cambio no será fácil, en muchas ocasiones el auto
rechazo ha estado con nosotros por mucho tiempo por lo que requiere de un gran
esfuerzo. La autoestima no es un estado fijo o rígido, sino que cambia en
relación a las experiencias y
sentimientos.
La autoestima es esencial para la supervivencia emocional,
sin cierta dosis de autoestima la vida puede resultar enormemente penosa,
haciendo imposible la satisfacción de muchas necesidades básicas (McKay y
Fanning, 1991).
¨Una autoestima saludable es, por consiguiente, esencial
para la felicidad personal y para disfrutar la vida.¨
De acuerdo a Barksdale (1991), no podemos amar
verdaderamente a los demás cuando no nos gustamos a nosotros mismos, e incluso
nos odiamos.
La adolescencia por ser un periodo de cambios dramáticos en
todos los aspectos de la vida del individuo, se convierte en una etapa muy
importante en el desarrollo de la autoestima; aunque no se debe de perder de
vista.
La autoestima es:
·
Cuan afectuosos y amorosos nos sentimos
realmente con nosotros mismos, en base a nuestro sentido individual de valía e
importancia.
·
Un sentimiento que comienza en la niñez y que es
continuamente reforzado por los demás.
·
La aceptación incondicional de nosotros mismos
como inmanente valiosos e importantes, a pesar de errores, derrotas y fracasos.
·
Un sentimiento que afecta nuestra percepción del
ambiente, nuestras reacciones emocionales, nuestros estados de ánimo, nuestras
actitudes y, por consiguiente, nuestras relaciones con los demás.
La autoestima no es:
·
Amor a uno mismo en sentido egoísta.
·
Un inventario intelectual de nuestros talentos y
habilidades, a los ojos de los demás podemos ser personas importantes y de
éxito y aun así tener una autoestima baja.
·
No está basada en una evaluación intelectual de
nuestro carácter, personalidad o logros; sino que es un sentimiento profundo y
generalmente oculto, puesto que la mayoría de personas no están conscientes de
cómo se sientes con respecto a ellas mismas.
Desarrollo de la
autoestima
Como ya se dijo antes, el desarrollo o formación de la
autoestima comienza casi desde el momento de nacer, en esos primeros años el
estilo de crianza de los padres determina la formación inicial de la autoestima
de tal forma, que dependiendo de cómo los padres se relaciones con el/la
niño/a, así irán desarrollando una alta o una baja autoestima en sus hijos/as.
Además los padres también funcionan como modelos para el
niño/a son el espejo que le muestra a ese nuevo ser quien es. Estos
constantemente están aprendiendo de sus padres, por lo que también aprenderán a
valorarse o a rechazarse. Por lo tanto, una de las mejores maneras de adquirir
una buena autoestima es tener padres con buena autoestima ya que sirven como
ejemplos de auto aceptación y auto respeto y así se tendrán ejemplos adecuados
para aprender e imitar.
A medida que estos crecen, se encuentran en contacto con
otros modelos, cuidadores, maestros, amigos, que también ejercen influencia en
su valoración. Aunque, usualmente, los modelos o espejos que ejercen mayor
influencia son los padres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario